Sobre el océano de la morrena,
La tienda es como una gran luciérnaga naranja.
Nunca se sí es debido al frío.
O la altitud,
lo que hace que las estrellas sean tan brillantes, tan nítidas.
Hubiera podido tocar la Vía Láctea solo levantando el brazo.
Pero no me atreví.
Todo era tan perfectamente limpio y simple.
Seguí escuchando las conversaciones de nuestros porteadores.
En ocasiones, largos silencios se apoderan del mundo
y luego algunas palabras muy sonoras rompían el silencio.
Aquella noche, allí.
No sabría decirte si era el frío.
O la altitud.
la tierra estaba realmente cerca del cielo.